la lluvia cae despacio,
ya no hay flores para mí
empezaste a hablar de trenes
di la espalda y no entendí
que era tu manera de decir adiós.
todo lo que dije
todo mi rencor
era miedo con disfraz de dignidad
ahora que la luna
pasea en mi patio
veo clara la verdad.
en un coche de alquiler
de la primavera del año anterior,
con estrias en los ojos
y una cinta de Gardel
llegamos a jurar
que esto nunca pasaría...
al menos yo sí.
y ahora tú no estás, sólo queda la pared
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como siempre, sencillez e imagenes... que me transportan muchisimo!
ResponderEliminargracias de nuevo